El otoño y el invierno son estaciones que suelen venir acompañadas de lluvia y frío. Es también en estos meses cuando más apetece llegar a casa y disfrutar del calor del hogar. Para conseguir la calidez deseada es necesario que la vivienda disponga de las instalaciones necesarias para ello. Las calderas son el elemento principal para que los espacios de la casa se mantengan a una temperatura agradable, por lo tanto, es de gran importancia llevar a cabo un correcto mantenimiento de los aparatos.
Si disponemos de una caldera de gas, es de especial importancia comprobar que el conducto que transporta el gas al aparato se encuentre en perfectas condiciones. Para realizar esta comprobación es necesario abrir la llave de paso. El estado del cableado eléctrico también es muy importante, ya que la caldera necesita estar conectada a la corriente eléctrica para funcionar correctamente. Todos los cables, incluidos los enchufes, deben mantenerse en perfecto estado con tal de evitar incidentes.
Otro de los puntos relevantes a tener en cuenta son los parámetros de presión y temperatura de la caldera. La presión viene indicada en bares y debe aparecer en el indicador de la caldera que se encuentra entre 1,2 y 1,5 bares. En caso contrario, se debe corregir con la llave de llenado de la caldera. Respecto a la temperatura, que se mide en grados centígrados, tiene que ser la adecuada para sentirse confortable. Lo habitual es no sobrepasar los 23ºC para ahorrar energía.
Llevando a cabo estos sencillos pasos y purgando todos los radiadores de la casa, se conseguirá un óptimo rendimiento de la caldera.