Acabas de colocar un montón de cajas pesadas en el suelo, tienes los muebles a medio montar, los viajes en coche para traerlo todo han consumido tu presupuesto de combustible, llega la noche y estás en tu nuevo hogar. ¿Qué más se puede hacer?Personalizar el nuevo hogar y colmarlo de vida desde el día después de la mudanza es una prioridad. Al fin y al cabo, lo mejor es sentirte cómodo desde el primer momento. De no hacerlo, pasa lo que pasa: uno se desentiende, se acostumbra al caos en torno y termina viviendo entre restos de mudanza durante semanas.
Revitaliza el ambiente
Lo mejor que puedes hacer es ir a la floristería más cercana y darle un toque de color a tu hogar. Combina flores y plantas. Las primeras son provisionales, pero su color te infundirá energía. Las segundas darán la sensación de estabilidad: son seres vivos de los que ocuparse día a día, así que te darán la fuerza de la rutina y la ternura del cuidado. Te harán sentir en casa pronto. Ya no vivirás aburrido, pensando en todo lo que queda por sacar de las cajas, sino que el color y la vida vegetal te saludarán cada mañana. ¡Genial!
Los beneficios se amplían: los vegetales renuevan el aire, eliminan los olores de las pinturas y el polvo, perfuman y alegran con sus flores y son motivo de charla con los nuevos vecinos, ayudando a socializar. Y no digamos cuanto decoran.