Una mudanza siempre es complicada, mucho que empaquetar y cada cosa de la forma adecuada para que llegue en perfecto estado al destino. Especialmente si son objetos voluminosos y muy frágiles, como un piano. Puede parecer misión imposible, pero siguiendo estas pequeñas instrucciones, evitaremos llevarnos sorpresas desagradables.En primer lugar, hay que pensar que se trata de un instrumento y no de un mueble cualquiera que se puede desmontar y volver a montar sin problemas. Hay que tener en cuenta su peso y dimensiones, ya que no conviene ladearlo, ni moverlo a pulso sin la maquinaria adecuada, porque podríamos hacernos mucho daño. De acuerdo con eso, se traza un plan y se decidirá por donde se sacará y qué maquinaria necesitaremos para el traslado.Antes de iniciar el proceso, desmontaremos cualquier parte que sea posible y que facilite la mudanza del piano, lo cubriremos con fundas protectoras o el embalaje adecuado para evitar rozones, golpes, o problemas similares, y después ya sí empezará la mudanza propiamente dicha con el material y equipamiento requerido, ya sean correas, tarimas, robots, poleas, camiones con grúa o elevadores, dependiendo de la altura y características del piso o la casa de la que sale el instrumento y a la que se va a trasladar.
Debido a su gran complejidad, existe la posibilidad de contratar un seguro que cubra cualquier daño que pueda surgir. Aunque si analizamos bien la situación, establecemos la estrategia correcta, y contamos con el equipamiento necesario, la mudanza del piano irá perfectamente.